1. Escucha la música perfecta para cada momento
“ Cada quien sus gustos”. No hay mayor verdad que esta, y en el tema que nos ocupa, al final tienes que decidirte por la música que te guste para cada momento. Lo que sí debes tener en cuenta es que, en función del momento del entrenamiento, tu cuerpo se podrá adaptar al entorno de mejor forma gracias a las rolas que escojas. Por ejemplo, en el calentamiento y sección principal del entrenamiento conviene ponerse a tono con música que incremente el ritmo cardíaco; lo cual se invierte en la fase final de estiramientos, ya que se trata de una vuelta a la calma de tu cuerpo y mente. Aquí, la música más tranquila te ayudará a oxigenar el cuerpo y relajarte durante los últimos minutos tras la intensidad de ejercicio elevada.
2. Elige el equipo perfecto
Otra de las consideraciones que debes tener en cuenta es: ¿con qué auriculares te sientes más cómodo?, ¿ será mejor con cables o prefieres auriculares que se conecten vía Bluetooth a tu smartphone? Estas reflexiones previas te ayudarán a tener un mejor control de tu ritmo y mejorar la comodidad de los entrenamientos.
3. Descarga listas de reproducción variadas
En la variedad de canciones también está el enrequecimiento de los entrenamientos. Elige tus estilos que más te gusten y también varía entre ellos, para conseguir un mix de canciones que te den momentos altos y otros más tranquilos. Al final tienes que encontrar esos instantes durante el entrenamiento en que tu cuerpo te pide más rendimiento; y otros en que puedes bajar las pulsaciones para descansar.
4. ¡Disfruta siempre!
Y sobre todo, ¡disfruta en cada sesión! A todos nos gusta dedicar un tiempo al día para liberarnos de las tensiones de la rutina, por lo que con tus rolas preferidas lo conseguirás. Solo necesitas sacar ese espacio cada día para entrenar tu cuerpo y liberar la mente.
Si te has quedado con ganas de más recomendaciones, echa un vistazo al resto de contenido del blog en que te contamos las mejores canciones para salir a correr. ¡Hasta la próxima!